sábado, 3 de enero de 2015

Las 5 claves para el 2015

El 2014 ha sido oscuro en su totalidad para una franquicia carente de solidez. Ni un cambio necesario en su facción más alta (la directiva) han sido suficientes para hacer que los Knicks encontraran su rumbo. Navegando a la deriva, ha pasado un año que bien podría ser borrado de un plumazo. 
Sus seguidores, de capa caída desde hace años, se aferran a Phil Jackson como si de un clavo ardiendo se tratara. Sólo esperan del nuevo año mejora. Una línea ascendente que les haga recuperar la esperanza perdida. Para que ésto ocurra han de darse 5 condiciones imprescindibles:


1. La agencia libre 


Ya lo dijo el propio Maestro Zen a su llegada; para este nuevo comienzo es central y fundamental el próximo verano. Actualmente los nombres que más suenan para un futuro ligado a la capital mundial son los de los europeos Dragic y Marc Gasol, pero otros jugadores como Kawhi Leonard o Jimmy Butler estarán sin equipo en la siguiente temporada estival. El baile de rumores ya se ha iniciado. Tan sólo queda encomendarse al hombre de los 11 anillos. Nueva York quiere un campeonato y para conseguirlo han de mantener toda su confianza en el proyecto que trae Phil. ¿Quién mejor para construir un roster campeón? 


2. El desarrollo de Fisher

Como entrenador novato quizá no se pueda evaluar a Derek Fisher. El ex-Lakers no ha vivido una buena experiencia en los banquillos hasta el momento. El sistema parece no encajar con unos jugadores que no responden a las exigencias. Pero ante toda esta serie de (grandes) inconvenientes, Fish siempre se ha mostrado sereno, sin dejarse superar por la situación. Su inexpresivo rostro parece reflejar un saber estar impropio de un rookie
Ahora es clave que tome soltura en su nueva labor. Esta temporada de transición (con ya menos presión por ganar y la seguridad de un mañana más positivo) habría de servirle para aprender. El ejemplo perfecto es Jason Kidd, que hoy vive en Milwaukee una época esperanzadora tras un mal inicio en Brooklyn. Dejemos que el río fluya y que su cauce, gracias a un proceso natural, aumente.

3. El crecimiento de los jóvenes

Para cualquier plan de futuro es de relevancia vital la savia nueva. Contar con talento por explotar y saber hacerlo aseguran un mañana con más brillantez que el presente en el que los Knicks son el antónimo de la perfección. Los Shumpert, Cleanthony Early o Hardaway Jr. son capaces de imprimir energía y ritmo a cualquier encuentro. Con ellos los neoyorquinos ganan profundidad y opciones, pudiendo utilizar a Carmelo como ala-pívot (para, así, facilitarle la tarea anotadora al estar más cerca del aro) y a dos de ellos como escolta y alero respectivamente. 

Como en el caso de Fisher, una temporada de este calibre podría darles la oportunidad de tener minutos y aprovecharlos para crecer. El futuro podría estar, presumiblemente, en las manos de estos talentosos jugadores.

4. Liberar espacio salarial

Remontándonos al primer punto, para conseguir pescar algún pez gordo en la agencia libre no sólo hace falta poner el anzuelo, el cebo ha de contener sustancia y, en este caso, esa sustancia de la que hablamos se cuenta por ceros. Actualmente gran parte de la plantilla Knickerbocker se encuentra en el último año de su contrato y de los que tienen al menos uno más sólo Carmelo Anthony supera los 10.000.000 de dólares (con 22.875.000 $), lo que significa que lejos se encontrarán del tope salarial. Mucho margen de maniobra tendrá Phil Jackson para firmar a su antojo.
Bargnani y Stoudemire siguen actualmente a Carmelo como contratos más altos (alrededor de 35 millones entre ambos), pero forman parte del grupo que no continuará tras el próximo verano. Esto no sólo deja un amplio hueco contractual, sino que también obliga a los de Nueva York a buscar fortalecer la pintura.

5. Confianza


Es duro mantener la cabeza en los tiempos duros, pero desde abajo siempre se tiene la certeza de que nada puede ir a peor. La desastrosa campaña actual ha desatado en algunos sectores de los fanáticos de azul y naranja cierta desesperación. El no ver los frutos de un cambio que parecía revolucionario les causa cierto nerviosismo, pero, como dijimos anteriormente, si en alguien se pueden guardar nuestras esperanzas en el mundo del baloncesto ese es Phil Jackson.
La confianza en el nuevo cuerpo directivo es, quizás, la clave más importante de estas cinco. No podemos asegurar que el nuevo proyecto será campeón, pero sí afirmar que nos devolverá la ilusión que el tiempo nos ha ido robando. 

¡Gracias por dedicarme un momento! (@Gersace_)

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