domingo, 21 de septiembre de 2014

Buscando escudero

Si echamos mano a las hemerotecas baloncestísticas que guardan con admiración aquellos increíbles partidos en los que Michael Jordan y sus compañeros se imponían a sus rivales o, incluso, aquellos duelos más recientes en los que acababan victoriosos los Lakers de Kobe Bryant, podremos observar grandeza. Lo miremos desde la perspectiva que lo miremos, podremos apreciar cómo el talento individual se convertía en algo coral y todo gracias a la mente. El baloncesto practicado como si un juego de mesa fuera, con total atención en los pequeños detalles y teniendo una importancia vital cada pieza. El rey siempre tiene una reina como MJ tuvo a Pippen y Kobe tuvo a Gasol (y, anteriormente, el mismo Bryant hizo lo propio con O'Neal). Ningún guerrero lucha sólo y todos aquellos que han triunfado lo saben. Hoy, son los Spurs quienes personifican esto de mejor manera, siendo una ardua tarea el elegir a tan sólo un jugador por encima de los demás. 

Los Knicks ya tienen a su Empire State Building, pero, como en el skyline de su ciudad, su figura era demasiado acentuada sobre las demás. El curso 2013-2014 mostró a Carmelo desnudo ante el peligro, batallando ante equipos enteros, siendo el total líder de su franquicia, quien no sólo destacaba en anotación sino también en rebotes. Como si de la alfombra roja de los Óscars se tratara, el MSG vio cómo sus jugadores se encendían y apagaban como flashes. Primero fue Bargnani, cuyo prometedor comienzo de campaña finalmente quedó en nada y luego JR Smith y Amar'e Stoudemire, quienes, finalmente, se pusieron el mono de trabajo para nadar y acabar en la orilla. El apretón final sirvió para poco o nada, en abril se acabó, de un plumazo, la temporada para los neoyorquinos y con ella la carrera de Woodson en el banquillo del Madison. 

Se avecinaban cambios y Jackson los trajo todos consigo. Todo lo sucedido con Carmelo Anthony en este pasado verano es una historia a la que ya se le ha dado demasiadas vueltas, ahora sólo queda ver cómo le rodean. En el presente mal acompañado no se encuentra. Si miramos nombre por nombre la plantilla de los Knicks podemos decir que es una de las más talentosas de toda la NBA, pero hay que hacerla funcionar y para ello ninguna pieza puede fallar. Vimos en el curso 2013/14 cómo gente como Felton, Shumpert o Chandler mostraron una cara apática muy distinta a la mejor de ellas. Las derrotas se sucedían y, como balance general, sólo podemos dar el aprobado a un jugador y no es otro que el 7, el único que respondió y a quien toda la comunidad Knickerbocker entendió cuando meditaba su salida.

Él ya dijo que NY es "su ciudad", pero Nueva York le debe más de una y es, desde este año, cuando todo tiene que ser devuelto a quien lo ha dado todo en el parqué cada noche, llegando a anotar hasta 62 puntos dando una de las pocas alegrías que se llevó su afición. La primera parada en el camino se hará en busca de un segundo espada fiel a su estrella que responda siempre, que al mirar las estadísticas sea el segundo en discordia como lo fue Smith hace 2 campañas con 19,4 puntos por partido (siendo el sexto hombre del año).

Los dos candidatos más firmes son, sin duda, Stoudemire y Smith. Tras Melo quizás sean los jugadores más talentosos de la plantilla. El primero parece que ha dedicado el verano a ponerse en forma y, desde EEUU afirman que está mejor físicamente que nunca. Todo depende de que acepte su rol y sus maltrechas rodillas le permitan desplegar todo su potencial. Del escolta de Nueva Jersey sólo cabe rezar porque su cabeza no se salga de los renglones que Fisher marque. Él no ha dudado en afirmar que está "en camino de ser uno de los mejores tiradores de la historia" y quienes le hemos disfrutado sabemos que, si él quiere, puede ser una bestia. Ambos han estado envueltos en rumores de traspaso, pero con motivación, confianza y, sobre todo, sin tormentosas lesiones, podrían ser parte de un temible big-three. 

También piden permiso los jóvenes (Hardaway Jr., Shumpert y Early) que pelearán por minutos en las posiciones más fuertes del equipo; las de alero y escolta. Todos sabemos del talento de Tim e Iman, pero el tercero es una incógnita. Algunos afirman que su atletismo y su capacidad anotadora le harán ser todo un robo del Draft, pero con los rookies siempre hay que ser pacientes, ya vimos cómo, paso a paso, T-Hard acabó siendo uno de los más importantes para los Knicks. Shumpert, por su parte, tratará de hacer olvidar lo hecho en el pasado curso donde la presión de los rumores y las críticas pudo con él.

Olvidarse de José Calderón sería un error. El extremeño tiene la tarea de poner en marcha el famoso triángulo ofensivo que diseñó el hoy Presidente de Operaciones, pero que nadie se sorprenda si finalmente es de los más destacados en Nueva York, todos conocemos a Calde, un base con una inteligencia comparable a la de Pablo Prigioni y que puede enterrar a cualquier equipo con su enorme acierto desde el perímetro.

Andrea Bargnani quizá sea el interrogante más grande. El ala-pívot cuenta, desde el principio, con el inestimable apoyo de Phil Jackson, quien afirmó que el italiano será "una sorpresa". Andrea es un interior atípico, difícil de defender por cualquier hombre de zona de la liga al pasar poco tiempo dentro de ésta, pero su oficio y dureza dejan que desear.

Los New York Knicks cuentan con una baraja completa en la que cada carta asumirá el papel que le entregue Derek Fisher, pero hay un papel que aún no está entregado; el de escudero. Varios componentes del roster pelearán por este puesto. La temporada 2014-2015 se presenta como algo nuevo en la gran manzana y Carmelo Anthony espera a su pareja para el próximo baile, quien le allane el camino para que pueda reinar.

¡Gracias por dedicarme un momento! (@Gersace_)

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